Edad Media Alta y Baja

La fortuna de Oria en la edad Media entre el siglo VII y XII se debe sobretodo a la poderosa y sabia comunidad Hebrea entre las más ilustres y prestigiosas de Europa. La ciudad ha proporcionado innumerables eruditos, filósofos, poetas y médicos. Los maestros hebreos de Oria se destacan sobretodo por los estudios de Torah y gracias a su formación doctrinal es que hay precursores de los estudios cabalísticos

Remonta al 606 la primera noticia concerniente a la existencia del obispado, el primer obispo llamado Reparato. Su nombre se desplaza a ámbitos longobardos. Con la llegada del Medioevo, como suele suceder, las noticias se vuelven escasas y menos ciertas, en modo particular durante la guerra griego-gótica. Sin embargo la importancia de la ciudad de Oria crece, a diferencia de la decadencia que sufre Brindisi. Los motivos pueden ser múltiples: con toda probabilidad Oria se defendía mejor, los campos en los alrededores empezaban a despoblarse a diferencia de las ciudades. Por lo tanto Oria entre los siglos VI-VII mantiene el rango de “Civitas”. Posteriormente Oria fue un territorio de transición entre Bizantinos y Longobardos: De hecho que en el área de la ciudad se tenía que encontrar el famoso límite de los griegos, un tipo de frontera entre los territorios longobardos y bizantinos.

En el 867 el Emperador Ludovico II se dirigió a Oria para liberarla de los sarracenos, pero los ataques no cesaron, más bien se aprovechó de esa situación para retomar la ciudad de los longobardos: De hecho, Oria que era el estado de los estudios actuales, era también la fortaleza de los Longobardos, la que mejor se defendía en Salento. En los anos 880, cuando la zona cayó definitivamente en manos de los Bizantinos bajo el poder de Basilio I, Oria fue regida por el Protospartario Gaideris di Benevento, príncipe beneventano, en exilio probablemente porque la población había sido longobardizada. En el 924 los sarracenos incendiaron la ciudad y fueron numerosas las víctimas, muchos hebreos y habitantes de Oria fueron deportados como esclavos hacia África. La ciudad no perdió importancia hasta que en el 977 sufrió un duro golpe siendo completamente destruida. En este período el territorio de los orianos estaba bajo el dominio bizantino; sin embargo en el transcurso del siglo XI se asiste a la ascenso de los normandos. En 1062 Oria fue conquistada por Unfredo di Altavilla.